Mi cervantino


Hola queridos lectores y a los que también yo leo.
Siento mucho haber abandonado el blog por estos días, pero han sucedido varias cosas que me han tenido ocupado, hoy les hablaré de ellas.
Como ya pasó más de un mes desde mi último post, es probable que no recuerde todos los acontecimientos de mi vida pero hay por lo menos tres que me gustaría contarles:
El primero es acerca de un viaje...
Todo comenzó un miércoles, 17 de octubre, cuando confirmé los rumores que unos compañeros de la escuela iban a ir al Festival Internacional Cervantino (FIC) en Guanajuato. sería bueno que yo también fuera, pensé yo, así que me acerqué a Aura y le pregunte que cuando se iban y si creía que yo podía acompañarlos, la respuesta me decepcionó - nos vamos hoy a las diez de la noche -me dijo. Faltaban sólo ocho horas para que eso sucediera y yo no tenía idea de a donde iban a llegar, cuando regresaban, etc. Cuando regresé al mundo real, fuera ya de mis pensamientos me dí cuenta de que ya se había ido, me puse a buscar a otro de los viajeros, nada, ya se habían ido todos, terminé en mi casa comiendo tranquilamente pero aún pensando en la posibilidad de irme con ellos, entonces recordé que tenía el teléfono de Yonatan le hable y me contestaron en su casa diciendome que no estaba, estaba el el DF y llegaba en la tarde. Sentí que se me habían acabado las opciones y fue entonces cuando considere seriamente la opción de no irme  a Guanajuato, la logica llegó a mi mente: 
Seguro ya tenían hotel, yo no cabría en ninguna parte, también seguro ya habían comprado los boletos de camión, además, ¿quien era yo como para andarme incrustando a la fuerza en su viaje?, me llevaba bien con ellos, pero no tenía una gran amistad como para colarme, ni siquiera me habían invitado.
Y esperé y esperé, como a las 6:00 me habla Yonatan, le cuento de mi autoinvitación y me dice que por el no hay problema en que los acompañe, que le hable a Dania porque ella era la que lo estaba organizando todo, se iban a quedar en la casa de una tía suya, me dio su número de teléfono.
Le hablé a Dania me dijo que por ella tampoco había problema, pero que tenía que hablarle a su tía para ver si podía quedarme yo también. Que ella me hablaba, y más espera.
Las negociaciones con mis padres fueron breves, me dijeron rápidamente que si (¿sospechoso?), que sólo me llevara algún artefacto de comunicación vía satélite y dinero, y que les dijera cuando regresaba y demás. Mi papá se fue a recoger a mi hermano de su clase de fútbol.
suena el teléfono, es Dania, su tía no tenía ningún problema, lo único que yo tenía que hacer era comprar los boletos (ida y vuelta), me dió los horarios, salíamos el domingo en la noche de regreso para llegar el lunes en la madrugada. Hable a mi padre para ver si podía comprar los boletos y yo me puse a hacer maleta, no tenía suficiente ropa limpia, asi que me puse a lavar, el tiempo se acababa.
A las nueve había quedado de verlos en casa de Yonatan, afortunadamente llegué a tiempo, fuimos a la central de Autobuses y partimos hacia León, cercano a Guanajuato.
Ya he escrito demasiado así que lo siguiente será mas breve. Llegamos  muy temprano a León, tomamos otro camión a Guanajuato y Dania le llamó a su tía para que nos recogiera, resultó que nunca había visto antes a la tía, no se conocian.
Llegó por nosotros y nos llevó a su casa, poco amueblada y bastante chica, resulta que ella no vivía ahí, así que de los cuatro días solo la vimos el primero. Trabajaba para el gobierno, en el FIC, para ser exactos así que nos dió vales de comida y unos boletos de cortesía para ver a la Compañía de Danza Moderna de Bejing, los cuales disfrutamos mucho. el viaje se nos fúe rápido, camine y camine viendo todo lo que había en la calle, una noche subimos al Pípila, una megaescultura que domina la ciudad, paseamos por los callejones, vimos mimos, payasos y mucha música entre otras cosas. Entramos a varios museos y comimos en muchas fondas, cafés y restaurantes.
Muy rápido llegó el domingo, nuestro último día y decidimos separarnos para que cada quien fuera a donde quisiera. asi fue.
Era el último día del cervantino, no solo para nosotros sino para todo el mundo por lo que caminando yo solo me puse a pensar... "tenemos boletos de León a Cuernavaca, pero cómo nos vamos a ir de aquí, ya deberíamos de haber comprado los boletos a León hoy todos huyen de Guanajuato"
fui a una caseta de información turística para pedir los teléfonos de los camiones, hablé a tres lineas de autobuses y todas me dijeron que solo Flecha Amarilla iba a León, hablé y resultó ser que ya no tenían boletos ese mismo día.
Me encontré a Yonatan y a Amando (el único que no había mencionado) y les platiqué de nuestro pequeño problema. - vámonos en Taxi - propusieron - Aunque nos salga más caro por lo menos no perdemos los boletos a Cuerna-.
Yo me tranquilicé  un poco.
Al poco tiempo vimos a las mujeres, les contamos la situación y quedamos con que el taxi era una buena opción. fuimos a un buen restaurante a comer para clausurar el viaje, terminamos y nos dispusimos a tomar taxi para ir a casa de la tía de Dania, varias veces nos habían tocada taxis que se rehusaban a llevar a los cinco porqué el reglamento decía que podían llevar únicamente cuatro personas, entonces nos cayó el veinte... ningún taxista iba a aceptar llevar a cinco personas hasta León.
Camino a la casa, intentabamos convencer al taxista de que nos llevara, le contamos nuestro problema y ya casi llegando nos dijo que su hermano tenía una camioneta, que si lo esperábamos el la traía y nos llevaba hasta León, respiramos.
ya en la casa, empacamos todo, le escribimos una carta de agradecimiento a la tía y le dejamos de regalo unos aretes.
llegó el taxista en su camioneta y llegamos a la central de León a tiempo. Salimos a las 23:00 para llegar a Cuernavaca a las 5:00, nos vimos en la escuela a las 7:30.
Fin.

Eso estuvo algo largo así que postearé los otros dos eventos en otra ocasión.

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